Conjunto de modelos explicativos sobre la emoción que se desarrollan a partir de 1960 y tienen como elemento común la consideración de que la valoración cognitiva es clave para la aparición de la emoción.

Las denominadas emociones “básicas” se distinguirían por poseer un patrón de expresión facial y fisiológico específico y distintivo. Serían emociones innatas, estarían presentes en otros primates y su expresión sería transcultural. Distintos autores difieren en la cantidad de emociones básicas, para Ekman son: ira, miedo, alegría, tristeza, asco y sorpresa.

Perspectiva que considera a las emociones como fenómenos inespecíficos, diferenciándose entre sí por la ubicación que tienen en cada una de estas dimensiones. Aunque no todos los autores proponen las mismas dimensiones, las más usadas son: agradable-desagradable, (2) relajación-tensión, y (3) calma-excitación.

Hipótesis que sostiene que el feedback de la actividad de los músculos faciales es lo que constituye la experiencia emocional subjetiva.

En términos generales, valoración que hace el sujeto de una situación y que –según los modelos cognitivos- es el aspecto determinante de las emociones.

Evaluación cognitiva que hace el sujeto acerca de las consecuencias positivas o negativas que tiene una situación.

Evaluación cognitiva que hace el sujeto acerca de sus recursos adaptativos para hacer frente a la situación. Corresponde con la pregunta: ¿tengo las habilidades y los recursos necesarios para hacer frente a esta situación?

Procesos cognitivos y/o conductuales que pone en marcha el sujeto para hacer frente a las demandas. Distinguimos dos tipos de afrontamiento: (1) dirigido a la emoción y (2) dirigido al problema.

Teoría proclamada por Schachter y Singer (1962) en la que se sostiene que hay dos elementos claves para que se de la emoción: (1) la activación fisiológica y (2) la interpretación cognitiva. Siendo que uno de ellos no es suficiente para provocar la emoción.

Desarrollo más reciente de la teoría de de Lazarus en la que destaca la importancia del inter-juego entre la valoración cognitiva y los aspectos motivacionales a la hora del proceso emocional. Se plantean distintos componentes de la valoración primaria (relevancia y congruencia motivacional) y la secundaria (responsabilidad, potencial de afrontamiento dirigido al problema, potencial de afrontamiento dirigido a la emoción, expectativas de futuro). Las distintas interacciones entre los componentes evaluativos –tanto a nivel de la valoración primaria como secundaria- será la clave para distinguir una emoción de otra.

Elemento central para el modelo de Weiner. Según este modelo ante una situación dada hay primero una valoración en la que se analiza la situación considerando sus resultados (positivos o negativos) y luego una atribución de causalidad en relación a 3 dimensiones: (1) lugar-interna o externa-, (2) controlabilidad –controlable, incontrolable- y (3) estabilidad –estable, inestable-. Dependiendo de la combinación de estas 3 dimensiones aparecerá una emoción u otra.

Una de las leyes de las emociones propuestas por Fridja. Según esta ley las emociones surgen en respuesta a estructuras de significado que tienen para el sujeto las diferentes situaciones. No es el evento per se que genera la emoción sino el significado y la valoración cognitiva que hace el sujeto de la situación.

Concepto desarrollado por Salovey y Mayer (1990) que implica 4 ramas: (1) la habilidad para percibir las emociones propias y de los demás con precisión, (2) la habilidad para utilizar las emociones con el fin de facilitar la toma de decisiones, (3) la habilidad para comprender las emociones y (4) la habilidad para regular las emociones propias y de los demás.

Es un concepto que refiere al grado de activación fisiológica y psicológica del cuerpo.

Es el componente subjetivo de la emoción, es decir, la toma de consciencia de su ocurrencia, centrada la mayoría de las veces, en torno a la dimensión placer-displacer. Aunque podría pensarse que el sentimiento o la toma de consciencia de la emoción es un aspecto central en el proceso emocional, muchas veces ocurre que la emoción no es percibida por el sujeto. Para tener la experiencia subjetiva de la emoción es necesario que ocurra un proceso de valoración consciente. En otras palabras, la experiencia subjetiva es necesaria para que el sujeto tome consciencia de que está ocurriendo una emoción, pero no es necesaria para que ésta tenga lugar.

El estado de ánimo es una disposición emocional en un momento determinado. No es una situación emocional transitoria. Es un estado, cuya duración es prolongada. Se diferencia de las emociones en que es menos específico, menos intenso, más duradero y menos dado a ser activado por un determinado estímulo o evento.

Es la técnica de registro gráfico de la actividad eléctrica producida por los músculos. El EMG puede ser monitoreado a través de electrodos insertados dentro de los músculos (electrodos intramusculares) o a través de electrodos en la superficie de la piel sobre el músculo (electrodos superficiales). Entre las más usadas en investigación en psicología de las emociones están la respuesta de sobresalto y la expresión facial.